domingo, 16 de septiembre de 2007

despertares

a las 7 de la tarde no podía más y, después de un cabeceo frente al teclado, decidí echarme un ratillo en el sofá (en la cama no porque corría el riesgo de no levantarme hasta mañana). con un cojín por almohada, me quité las gafas y me acomodé buenamente.

abrí los ojos en ese estado en el que lo que acabas de soñar se mezcla con tus recuerdos y no distingues uno de otros: ¿qué hago aquí?... ¿qué día es hoy?... ¿es la luz de la calle la del amanecer?... primero paré en maracena y a josé antonio le costaba despedirse... no, más bien será que se está poniendo el sol... ¿está mi hermano en casa?... ay mi cuello... ya recuerdo, me eché sobre las 7... ¿por qué tengo el cuello tan retorcido? ay ay ay... los ciclistas pasaron por la calle... me siento triste ¿qué habré soñado?... será mejor levantarse... despacio, que me caigo... aquí están las gafas... voy a regar las macetas a ver si me despejo.

ya casi no me duele el cuello, pero sigo algo atontado. del sueño recuerdo trozos inconexos, algunos relacionados con esta mañana (creo que por eso me vino a la cabeza lo de maracena y lo de mi hermano, que me había dicho en la comida que iba a salir esta tarde) y otros sin sentido.

creo que voy a cenar y a acostarme pronto, a ver si descanso bien de una vez.

4 comentarios:

Vengador dijo...

Descansa tio descansa

Anónimo dijo...

Con esto de estar de vacaciones en casa me pasa eso que cuentas con bastante frecuencia. Me levanto sin saber si tengo que comer o cenar, si estoy en Madrid o en Andújar, si es martes o sábado...y lo peor es que el agilipollamiento me dura ya todo el día, qué mal xD

Chanfle II dijo...

Ese tono entre sombrío y acidito es lo que me gusta de tu escritura. Plenamente disfrutable. Yeah.

ale dijo...

gracias Chanfle II y bienvenido por aquí ;-)

porkulia, a mí también me dura ya hasta la noche xD