sensibilidades

en estos tiempos absurdos en los que hay que ser políticamente correcto y se recomienda no abrir la boca (o emplear circunloquios -bonita palabra, por cierto- ad nauseam) para no herir la sensibilidad de una serie de colectivos (tal como vamos, unos 6650 millones en el momento de escribir esto), no deja de llamarme la atención que a nadie se le haya ocurrido que pueden herir mi sensibilidad (entre la de otros muchos) con tanto coñazo de san valentín por todos lados.


P.D. en realidad, san valentín me la suda, pero el tema me venía al pelo para denunciar la situación a la que estamos llegando con el tema de las sensibilidades, cuando yo creo que mejor solución que callar sería enseñar a esos colectivos a reirse de sí (nosotros) mismos en un ejercicio de madurez. ganaríamos todos.